Denuncian al padre Mario Arias Montes por violencia intrafamiliar
Águeda Robles
El párroco Manuel Mario Arias Montes, quien denunciara encubrimiento por parte del arzobispo José Luis Chávez Botello en el caso de pederastia contra Gerardo Silvestre Hernández, fue denunciado por Alma Delia Gómez Soto, quien, a través de su licenciado, lo acusó de violencia intrafamiliar.
En conferencia de prensa, Alejandro Noyola, representante legal de la mujer ―que se informó está saliendo de un tratamiento psicológico debido al trauma que le dejó el párroco, hoy su exconcubino― indicó que desde que ésta tenía 16 años inició una relación sentimental con Arias Montes.
De esa relación procrearon dos hijos, quienes actualmente tienen 16 y 21 años, con los que habitó en la casa ubicada en la Privada de Monterrey, perteneciente al fraccionamiento Elsa, hasta su separación.
El representante legal aseguró que la mujer vivió con el párroco durante más de 20 años, en esa etapa hubo en el concubinato violencia física, económica y emocional, ejercida por el sacerdote, quien brindaba sus servicios en la iglesia del Infonavit Ricardo Flores Magón.
La situación empeoró los últimos meses de la relación, cuando la violencia incrementó y, posteriormente, el párroco, aprovechando que ella había salido de compras, cambió las chapas de la vivienda, impidiendo que ingresara.
“Mi clienta ese día perdió todo, pues el padre no dejó que sacara nada y todas sus propiedades se encontraban ahí, inclusive le ha prohibido ver a sus hijos y se encuentra peleando la patria potestad del menor”, dijo.
Por estas acciones, aseguró, decidió su clienta interponer una denuncia por violencia física, psicológica y económica ante la Fiscalía General del Estado y canalizada a la Subprocuraduría de Delitos Contra la Mujer por Razones de Género.
Sin embargo, en esa dependencia han hecho caso omiso a su denuncia, manifestó. Iliana Araceli Hernández Gómez, titular de la Subprocuraduría, es una persona sumamente pasiva que lejos de resolver los conflictos los dilata, denunció.
En este contexto, sostuvo: “Como abogado me ha tocado ir a esa Fiscalía y se puede ver cómo siempre está ahí la gente sufriendo. Brindaron la atención porque no podían negarse, pero la labor de Hernández Gómez deja mucho que desear”.
Su clienta, indicó, pide que le permitan ver a sus hijos que permanecen al lado del sacerdote, negándole cualquier tipo de contacto con ellos, a pesar de ser su madre. Además de que solicita la patria potestad de su hijo menor, así como la manutención.