Defender a los connacioles ante medida migratoria de Donald Trump : Karina Barón

Dip. Karina Barón presenta propuesta para exhortar a la SRE defender connacionales ante medidas migratoras de E.U.A.

Se presenta punto de acuerdo para defender a connacionales ante medida migratoria


PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO POR EL QUE SE EXHORTA A LA

SECRETARÍA DE RELACIONES EXTERIORES A LLEVAR A CABO DIVERSAS

ACCIONES PARA DEFENDER A LOS CONNACIONALES ANTE LAS

ACCIONES EJECUTIVAS ANTIMIGRATORIAS EMITIDAS POR LA

ADMINISTRACIÓN DEL PRESIDENTE DONALD TRUMP EN ESTADOS

UNIDOS

La suscrita, diputada federal Natalia Karina Barón Ortiz, integrante del Grupo

Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática de la LXIII Legislatura de la

Cámara de Diputados, del honorable Congreso de la Unión, con fundamento en lo

dispuesto en los artículos 79, fracción II, y numeral 2, fracción III, y demás aplicables del

Reglamento de la Cámara de Diputados, somete a consideración del Pleno de esta asamblea

la siguiente proposición con punto de acuerdo de conformidad con las siguientes

Consideraciones

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos, las medidas anti-

migratorias adoptadas por su administración se han profundizado de manera muy

preocupante. A través de la emisión de distintas “órdenes ejecutivas” y “memorandos”, la

nueva administración federal avanza en sus planes para expulsar a miles de

indocumentados de su país.

El pasado miércoles 25 de enero, el presidente Trump firmó dos órdenes ejecutivas –la

primera sobre el control fronterizo; la segunda, relativa a la seguridad interna-, las cuales

sin duda auguran tiempos oscuros para los migrantes en Estados Unidos, principalmente

para los de origen mexicano, quienes ocupan el primer lugar en cuantía.

Entre otros aspectos, las medidas ordenan una “cacería” de inmigrantes indocumentados,

fomentan las campañas de odio contra éstos e instruyen el arranque de las deportaciones

masivas.

Las disposiciones contenidas en dichos ordenamientos legales convierten a los policías en

agentes con facultades similares a las de la Oficina de Operaciones de Detención y

Deportación (DRO, por sus siglas en inglés), del Servicio de Inmigración y Control de

Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés), por lo que en los hechos, cualquier policía tendrá

entonces la facultad de investigar, identificar y detener a los indocumentados.

Con el pretexto de la “transparencia”, ambas órdenes ejecutivas plantean una serie de

medidas que articulan una agresiva estrategia mediática que busca asociar la migración con

la criminalidad, fomentando el odio y el miedo hacia los indocumentados, y que en los

hechos debilita el discurso de las organizaciones que defienden los derechos de los

migrantes.



La orden ejecutiva sobre seguridad interna estipula que las personas que ingresaron a

Estados Unidos de manera ilegal o que permanecieron en su territorio después del

vencimiento de su visa “representan una amenaza significativa para la seguridad nacional y

para el orden público”.

Otra de las medidas que se incluyen es el anuncio del reclutamiento de 10 mil agentes

adicionales en la Oficina de Operaciones de Detención y Deportación.

La orden ejecutiva establece las “prioridades” en materia de deportación de migrantes.

Emplea fraseos ambiguos, que amplían la definición de “delincuentes” o “criminales” a

personas que no fueron sentenciadas. De hecho, el presidente Donald Trump se ha referido

a los “migrantes criminales” –un término inexistente en la Ley de Migración y

Nacionalidad- y ha aseverado que se aplicará una política de cero tolerancia contra ellos.

Además de las personas condenadas, la prioridad abarcará a los “acusados” de un delito, a

quienes “cometieron actos que constituyen un delito acusable” –es decir, una persona que, a

consideración de una autoridad, violó una ley-, a los que mintieron ante una institución o a

quien “abusó de cualquier programa relativo a la recepción de beneficios públicos”.

El presidente estadounidense ordenó también al Departamento de Seguridad Interna (DHS,

por sus siglas en inglés) reclutar 5 mil agentes adicionales en la Patrulla Fronteriza y

desplegarlos en su frontera sur. Trump acompañó su instrucción con la orden de construir

“inmediatamente” centros de detención de migrantes en la zona fronteriza –sin precisar

cuántos- para “repatriar a los migrantes ilegales de manera rápida, constante y humana”

incluyendo a los niños.

Adicionalmente, el pasado 21 de febrero, el secretario del Departamento de Seguridad

Interna, John Kelly, emitió dos memorándum que otorgan instrucciones más precisas para

implementar las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Trump sobre seguridad

fronteriza y aplicación de las leyes de inmigración, y a las cuales hicimos referencia arriba.

Con estas nuevas disposiciones, cualquier persona en Estados Unidos, sea ciudadano,

residente legal permanente, turista, persona sin documentos, entre otros, puede ser detenido

y cuestionado sobre su estado migratorio solo bajo la presunción de encontrarse en dicho

país en violación a la Ley de Inmigración y Nacionalidad. En otras palabras, las órdenes

ejecutivas legalizan el uso del perfil racial.

Adicionalmente, uno de los memorandos establece que todo extranjero indocumentado que

haya entrado a través de un país vecino será expulsado a éste en espera de que se defina su

proceso de deportación.

El memorándum restaura el controversial Programa Comunidades Seguras, que permite la

colaboración de policías federales, estatales y locales para identificar en una base de datos

biométricos a indocumentados que cometieron delitos y entregarlos a las autoridades

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migratorias. El programa fue cancelado en 2014 tras documentarse que afectó a miles de

personas que no tenían en su haber delitos graves.

Además, el memorándum criminaliza a los padres de menores centroamericanos que cruzan

la frontera y los considera sujetos inmediatos de deportación por el delito de tráfico de

personas.

Las nuevas medidas promueven la inmediata deportación de personas que hayan sido

convictas o acusadas de algún delito, sin importar de qué tipo. Incluyen también a quienes

haya abusado de algún programa de beneficios públicos o que no hayan cumplido con las

órdenes de abandonar el país.

A diferencia del gobierno de Barack Obama, que deportó a millones de personas con el

pretexto de ir tras delincuentes convictos, el gobierno de Trump ha demostrado en los

hechos que no solo irá por ese grupo, sino también contra aquellos con visas expiradas,

reingreso o delitos menores.

Así, las redadas de inmigrantes indocumentados, las detenciones indiscriminadas y las

deportaciones se han desatado ya en Estados Unidos.

Las nuevas disposiciones legales arriba referidas generan un clima de ansiedad e

incertidumbre entre la comunidad mexicana que habita en aquel país.

El gobierno de Trump está cambiando en los hechos la definición de crimen: ahora se

incluyen como criminales a los inmigrantes que llegaron a Estados Unidos con visa de

turista y que no abandonaron el país; a los que reingresaron ilegalmente; a los que tienen un

reporte de violencia doméstica, entre otros.

Mediante operaciones recientes en varios estados de la Unión Americana se arrestó a más

de 600 migrantes indocumentados. Aunque se dijo de manera oficial que se trató de

“operativos rutinarios”, el efecto de miedo y zozobra se ha dejado sentir entre la población

inmigrante.

Ante el clima de terror que supone el inicio de deportaciones masivas de mexicanos por

parte del gobierno federal estadounidense, es urgente que el gobierno federal adopte una

posición más firme y digna para defender el interés nacional ante las embestidas de la

administración de Donald Trump.

Es preciso ir más allá de las declaraciones timoratas que han caracterizado el discurso

oficial en México. Se trata de hacer frente con razones a la criminalización de la migración

indocumentada, detener el clima de miedo y zozobra que se cierne sobre los connacionales,

y exigir un alto a las redadas y a la separación de familias de las y los mexicanos en

Estados Unidos.



El Poder Ejecutivo Federal, por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores, debe

adoptar todas las medidas a su alcance para proteger a los connacionales de los efectos que

conllevan la aplicación de la orden ejecutiva en materia migratoria y de seguridad

fronteriza emitida por el presidente Donald Trump el pasado 25 de enero y los lineamientos

emitidos por el secretario John Kelly el pasado 20 de febrero.

Por lo anteriormente citado, pongo a consideración de esta asamblea el siguiente

Punto de Acuerdo

Primero. La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión exhorta respetuosamente

al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, a cursar una nota

diplomática al gobierno federal de Estados Unidos para protestar por las órdenes ejecutivas

y memorandos emitidos en días pasados por el presidente Donald Trump y por el secretario

del Departamento de Seguridad Interna, John Kelly, que criminalizan la migración

indocumentada y autorizan las deportaciones masivas de migrantes indocumentados,

debido a que incumplen los principios elementales del derecho internacional, violan los

derechos humanos de las y los mexicanos residentes en aquella nación y constituyen

medidas inamistosas y hostiles en contra de la dignidad de México.

Segundo. La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión exhorta respetuosamente

al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso para que, con

carácter de urgente, lleve a cabo las medidas administrativas necesarias para trasladar

personal del Servicio Exterior Mexicano con experiencia en el ámbito de la protección

consular hacia los consulados de México en Estados Unidos para que se incorporen a las

labores de asesoría legal de las y los mexicanos que se encuentren en riesgo de ser

deportados.

Tercero. La Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión exhorta respetuosamente al

titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, a utilizar parte de las

reasignaciones de recursos por 1 mil millones de pesos, anunciadas por el titular del

Ejecutivo Federal en semanas recientes, para destinarlas a la contratación de abogados y a

la celebración de convenios de colaboración con despachos de expertos en el sistema

jurídico estadounidense así como con organizaciones civiles y no gubernamentales, a fin de

ampliar al máximo la prestación de servicios legales a los mexicanos afectados por las

disposiciones migratorias incluidas en las órdenes ejecutivas y memorandos anti-

migratorios emitidos por el gobierno federal de Estados Unidos.

Palacio Legislativo de San Lázaro, a 02 de marzo del 2017

Suscribe

Dip. Natalia Karina Barón Ortiz

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