Carlos Rasgado Toledo busca destabilizar la economía de Matías Romero Avendaño.


Con el contubernio que le dispensa el ex diputado federal Héctor Pablo Ramírez Leyva –a quien financió con cuantiosos recursos en su campaña para convertirse en diputado federal en 2009–, el administrador municipal de Candelaria Loxicha, Carlos Rasgado Toledo, no tiene empacho alguno en usar para beneficio personal los recursos públicos asignados a esta población zapoteca, según denuncias de ex empleados del ayuntamiento municipal.

Este empobrecido municipio se localiza al sur del estado de Oaxaca, en la región de la Costa, a una altura de 450 metros sobre el nivel del mar, con límites al norte con los municipios de San Mateo Río Hondo y San Pedro el Alto; al sur con Santa María Tonameca y San Pedro Pochutla, al oeste con San Agustín Loxicha y Santo Domingo de Morelos, al este con Pluma Hidalgo y San Pedro Pochutla.
Este ayuntamiento, regido por el sistema de Usos y Costumbres, se ubica a unos 209 kilómetros de distancia de la capital del estado, de acuerdo con datos del Instituto Nacional para el Federalismo y el Desarrollo Municipal, Corrupción y nepotismo
Sin un cuerpo de concejales que acote su desempeño, el administrador municipal no sólo incurre en el desvío de recursos públicos, sino que, a espaldas de los casi 9 mil habitantes indígenas de Candelaria Loxicha, se tomó la libertad de contratar un crédito con el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras), por seis millones de pesos. Dinero que nadie sabe en qué ocupó o donde está, pues no hay obras importantes a la vista.
El funcionario no sólo resultó mal administrador, sino además incurre en nepotismo al incluir en la nómina municipal a parientes y amantes, como a Lorena Sumano -sobrina de su aún esposa Elizabeth Rodríguez-.
A Lorena la tuvo como coordinadora de Comunicación Social en el ayuntamiento, al igual que otros parientes de su consorte, a quienes les ofreció puestos en la Tesorería municipal, como choferes o simplemente los colocó en la nómina donde cobraban cada quincena sin trabajar, es  decir como “aviadores”.

edo_de_cta_minEndeuda a Candelaria
Una copia de un estado de cuenta, en poder de En Marcha, detalla que a principios del año pasado el ayuntamiento de Candelaria Loxicha contrató un crédito con Banobras, la dependencia del gobierno federal que, dentro de sus servicios, ofrece un esquema de financiamiento que otorga créditos hasta por el 25 por ciento de los recursos económicos que reciba un municipio con motivo del Fondo de Aportaciones para la Infraestructura Social a una tasa de interés fija y un plazo hasta por tres años.
Registrado bajo el crédito número 7538, el documento prueba que el ayuntamiento de Candelaria Loxicha adquirió un adeudo con Banobras por 5 millones 999 mil 999 pesos con 93 centavos, cuyo destino no se conoce, al menos públicamente, en este municipio “de muy alta marginación”, como el mismo Rasgado Toledo lo recalcó en su segundo informe de gobierno en diciembre de 2009.
Y efectivamente, de los casi 9 mil habitantes que reportó el II conteo de población y vivienda 2005 del INEGI, más del 50 por ciento habla alguna lengua indígena y se encuentran repartidos entre la cabecera municipal, Candelaria Loxicha, las agencias municipales de EL Molino, La Ciénega, San Isidro del Camino, Santiago La Galera y Santa María Tepejipana, además de las agencias de policía de La Trinidad , Río Candelaria, La Guadalupe , Miramar, San Lucas y San Martín Ondinas.  

Su negocio, administrador municipal
Con el antecedente de haber desempeñado el mismo cargo de administrador municipal en otras dos demarcaciones del estado con problemas de índole político, a mediados de 2007 Rasgado Toledo llegó con la misma encomienda a Candela Loxicha.
En mayo de ese año en el Congreso estatal ya habían recibido solicitudes para declarar la desaparición de poderes por la destitución del presidente municipal, Antonio Pérez Almaraz, bajo acusaciones de desviar más de dos millones de pesos y aprobar obras sin licitar, según denunció el entonces regidor de Hacienda, Luis Hernández Cruz.
Su permanencia en ese cargo era sólo para concluir el trienio 2005 – 2007 que dejó trunco Pérez Almaraz en este municipio que recibe anualmente entre 20 y 25 millones de pesos correspondiente a los Ramos 28 y 33, aparte del financiamiento adicional que bajo el esquema de mezcla de recursos alcanza hasta los 15 millones de pesos, como lo confirma el segundo informe municipal rendido por Rasgado Toledo en diciembre pasado ante la presencia de Hector Pablo Ramírez Leyva, quien junto con Bulmaro Rito Salinas son dos de sus principales mentores políticos.

otra_foto_candelariaManiobras perversas con el IEE
Conocedor de los procedimientos y artificios para utilizar de forma opaca los recursos públicos de estas comunidades, hacia finales de 2007 Rasgado Toledo decidió maniobrar políticamente para que en Candelaria Loxicha no se llevaran a cabo elecciones por el régimen de Usos y Costumbres para designar a los integrantes del cabildo que debió entrar en funciones en enero de 2008, como lo denuncian ex trabajadores del mismo ayuntamiento despedidos hace seis meses por “falta de recursos económicos”.
Bajo un presunto arreglo con funcionarios del Instituto Estatal Electoral (IEE), especialmente del profesor Jorge Cruz Alcántara, director Ejecutivo de Usos y Costumbres, quien desde hace más de seis años ocupa este cargo en el órgano electoral, Rasgado Toledo operó, junto con algunos dirigentes de la comunidad, a efecto de que se declarara que no había condiciones para realizar comicios bajo las normas del derecho consuetudinario.
Mediante tretas suyas y de funcionarios electorales, además de la complicidad de algunos líderes sociales de Candelaria Loxicha, Rasgado Toledo logró una resolución del IEE que declaró que no existían condiciones para la elección extraordinaria de concejales al ayuntamiento, tal y como está asentado en un documento de nueve cuartillas, firmado el 3 de abril de 2008 por José Luis Echeverría Morales, presidente del órgano electoral oaxaqueño,
En ese documento, los lugareños Juan Bautista Mijangos y Bernabé Hernández Santos fueron acusados de ser responsables de la supuesta violencia que impedía celebrar comicios, lo que sirvió de pretexto a “los ciudadanos Fermín Ambrosio Pérez, José Juan Mendoza Cortes y Rey Reyes Ortiz” de expresar que en su municipio “no existen condiciones para la celebración de la elección, ya que se ha provocado desorden en el municipio y no se ha logrado ningún consenso”, sostiene el documento.
El Frente por el Rescate de la Autonomía del Pueblo de Candelaria Loxicha, que aglutina a los disidentes del administrador municipal, acusó a éste último de manipular las reuniones en las que los pobladores buscaron organizar la elección de su nuevo ayuntamiento

Echeverría Morales, otros pendientes
Echeverría Morales, quien lleva nueve años en el cargo de consejero presidente del IEEE, enfrenta actualmente severos cuestionamientos luego de que se difundiera públicamente una conversación telefónica que sostuvo hace unas semanas con el gobernador Ulises Ruiz, a quien le informa del traslado de boletas electorales y de paso aprovecha “ahí de una vez para recordarle lo que tiene pendiente conmigo”.
Finalmente, esta acción de Rasgado Toledo le permitió quedarse como administrador municipal de Candelaria Loxicha por el periodo de 2008 – 2010, lo que le facilitó tomar el control absoluto de las millonarias participaciones económicas, sin tener un cuerpo de concejales que acote o por lo menos supervise la aplicación de los recursos municipales.
Como el mismo funcionario municipal lo señaló en su segundo informe rendido a finales de diciembre de 2009, a Candelaria Loxicha le correspondieron durante ese ejercicio 22 millones de pesos de los ramos 28 y 33, además de 15 millones de pesos logrados bajo mezcla de recursos a nivel estatal y federal, lo que significa que en total Rasgado Toledo dispuso de 37 millones de pesos tan sólo durante el año pasado.

¿Y los 37 millones?
Y es ahí donde pesan las acusaciones de quienes colaboraron en al ayuntamiento y ahora se encuentran desempleados, ya que refieren que en la comunidad no se refleja esa inversión de 37 millones de pesos debido a que en el municipio no se realizaron obras de tal magnitud
En el mismo informe municipal de 2009 Rasgado Toledo destacó como inversión de relevancia la construcción de aulas de la escuela primaria Cuauhtémoc y del jardín de niños Enrique Laubscher en donde se canalizaron seis millones de pesos
Y ya ni qué decir de la unidad deportiva y el hospital regional que desde principios de 2008 se anunció con bombo y platillo.
Nadie se explica cómo es que a seis meses de concluir el periodo de gobierno municipal en Candelaria Loxicha no se refleja la aplicación de los 7 millones 262 mil 897 pesos autorizados para la construcción y equipamiento del Centro de Salud con Servicios Ampliados, según el Presupuesto de Egresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2009, aprobado el 11 de noviembre de 2008 por los diputados federales.

En el colmo, el Gobierno del Estado y el administrador Rasgado Toledo anunciaron la construcción de esa unidad deportiva y el hospital sobre el mismo terreno.

En enero de 2008, Carlos Rasgado Toledo anunció el inicio de la construcción de un centro deportivo, el cual, dijo, tendría un costo de 2 millones de pesos.
Seis meses después, el 8 de julio, el gobernador Ruiz Ortiz puso la primera piedra del hospital materno infantil en el cual se aplicará una inversión de 21 millones de pesos.
Sin embargo, esta obra se ubica en el mismo terreno donde se edifica la unidad deportiva. De acuerdo con el anuncio oficial, el hospital contará con seis camas, donde se prestarán los servicios de medicina externa, laboratorio clínico y tococirugía, entre otros.
En el acto, Ruiz aseguró que este nosocomio es uno de sus compromisos “por garantizar la salud de los oaxaqueños con más y mejores hospitales, medicamentos y personal médico, principalmente, de los que habitan en comunidades de alta y muy alta marginación”.
La realidad es que ambas obras muestran atrasos significativos y además Rasgado Toledo enfrenta amenazas de demandas judiciales, por falta de pago, de media docena de empresas constructoras a las que les asignó obras con la condición de que las financiaran y luego él les pagaría esa inversión.
El monto de este adeudo podría alcanzar los 8 millones de pesos, conforme a la versión de uno de los contratistas que reveló detalles de la forma de operar que tiene Rasgado Toledo ante la ausencia de concejales que le pongan freno. “Salió peor que el ex presidente Antonio Pérez Almaraz”, suelta entre risas otro de los constructores.
Los informantes, algunos de los cuales formaron parte del reducido grupo de colaboradores de la administración municipal, señalaron que una gran parte de todo este presupuesto lo empleó Rasgado

Toledo para su uso personal
Para justificar este presunto desvío de recursos, Rasgado Toledo sabe aprovechar muy bien las relaciones que tiene con el titular de Coplade, Bulmaro Rito Salinas, el legislador Héctor Pablo Ramírez Leyva y el director de Transporte del gobierno del estado, Gonzalo Ruiz Cerón, para allegarse de recursos adicionales mediante la argucia de la mezcla de recursos.
Gracias a ese esquema, y como el mismo lo asentó en su segundo informa municipal, obtuvo 15 millones de pesos entre dependencias del gobierno del estado como el Coplade, CAO, CDI, CNA y los SSO, lo que le permitió justifica los 22 millones de pesos recibidos sólo en el ejercicio del 2009.

Niega deuda con BANOBRAS
La opacidad del funcionario municipal, acusaron, se prueba con el crédito por seis millones de pesos que contrajo con Banobras, pese a que en meses anteriores Rasgado Toledo negaba rotundamente haber endeudado al municipio de Candelaria Loxicha
Los quejosos señalaron que en el municipio no ha habido ninguna obra de impacto que justifique tal recurso, pues se sabe que sólo existen obras menores que no rebasan los 500 mil pesos, y eso considerando presupuestos alterados como acostumbra la administración que encabeza Rasgado Toledo.
A decir de los ex empleados y algunos representantes municipales, únicamente se realizaron obras de medio millón de pesos en dos o tres comunidades, donde Rasgado Toledo además se aprovechó de la necesidad de los pobladores, ya que obligó a los lugareños a prestar tequios para reducir los costos de ejecución
“Esta forma de trabajo que el administrador utiliza es ya bien conocida pues háblese de barrios en la cabecera municipal o comunidades, los tequios se han vuelto indispensables para cubrir los desfalcos que se están llevando a cabo en la administración municipal”, sostuvieron.

candelaria2Pleitos maritales en la Administración Municipal
La relación amorosa que inició con Lorena Sumano, sobrina de su esposa Elizabeth Rodríguez, provocó la ruptura de su matrimonio, al grado que en una ocasión su consorte ingreso a una reunión que el administrador sostenía con miembros de su equipo de trabajo en el inmueble municipal para exigir el dinero “que a ella le tocaba”.
Ante la negativa de Rasgado, la mujer comenzó a gritar vituperios para después irse a golpes en contra de él, quien trató de sacarla del recinto.
Los denunciantes afirman que hoy en día el administrador municipal ya no es aquella persona sencilla que llegó a Candelaria Loxicha en un vehículo Nissan tsuru II, color guinda, modelo 2001.
Apenas comenzado el 2008, Rasgado Toledo contrato tres guardaespaldas para su seguridad y puso a su sobrina política, Lorena Sumano Rodríguez, como Directora de Comunicación Social, a quien además le encargó la venta de más de 30 locales comerciales del mercado municipal de Candelaria, negocio por demás turbio cuyos precios van de 40 a 80 mil pesos, los cuales no se reportaron a la tesorería municipal.

Acentuado nepotismo
Otro claro acto de nepotismo por parte de Carlos Rasgado, fue el nombramiento que hizo de José Luis Sumano Rodríguez, hermano de Lorena y sobrino de su esposa, como tesorero municipal, además de la designación de su otro sobrino, José de Jesús Rodríguez, como director del Centro de Mediación Comunitaria, la oficina de apoyo del Tribunal Superior de Justicia en Candelaria Loxicha.
Con el dinero de Candelaria Loxicha, municipio de alta marginación, Carlos Rasgado Toledo adquirió una retroexcavadora, a nombre de su esposa Elizabeth Rodríguez, que actualmente tiene rentada al mismo ayuntamiento; un vehículo Volkswagen Bora 2010, una camioneta Durango modelo 2010, a nombre de Lorena Rodríguez Sumano (su compañera sentimental), una Suburban de color blanco, modelo 2010, una camioneta Jeep 4 puertas, modelo 2010, color gris plata, entre otros bienes.
Este exceso de derroche de la autoridad municipal contrasta con las condiciones socioecónomicas de esta población zapoteca, que con base en datos de la Secretaría de Desarrollo Social se encuentra registrado como uno de los municipios oaxaqueños de más alta marginación, con uno de los más bajos Índices de Desarrollo Humano.

Impunidad y protección
Y la Contraloría del estado?, ¿y el Instituto de Transparencia?, ¿y la Auditoría superior del Estado?, nadie se ocupa de tan escandalosos fraudes, realizados ante los ojos de quien quiera verlos. Cómplices por voluntad u omisión, con lo que, de paso, fomentan estas actitudes ante la impunidad y protección que ofrecen.
Incluso, las dependencias federales, la Auditoría Superior de la Federación y los canales de seguimiento de la Sedesol , CDI y otras dependencias tampoco vigilan ni sancionan, toda vez que se trata en su mayor parte de recursos federales en manos de la administración municipal.
Autoridad local que comanda como administrador municipal Carlos Rasgado, oriundo de Santiago Ixtaltepec del Istmo, quien no tiene forma de justificar su riqueza actual en uno de los municipios más pobres de Oaxaca y México entero: Candelaria Loxicha.


Candelaria Loxicha: vivir en la miseria

Es la zona de los loxichas una de las más pobres de Oaxaca y de México. En particular Candelaria Loxicha ocupa el lugar 94 entre los de mayor grado de marginación en la entidad y el 203 en el contexto nacional. Posiciones que pueden no decir mucho en sí mismas, pero que nos develan el grado de atraso y pobreza extrema cuando revisamos los indicadores.
Así, por ejemplo, podemos ver que casi tres cuartas partes de las viviendas, el 73.17 por ciento, tienen algún nivel de hacinamiento; muy superior a la media estatal que es del 53 por ciento, y casi el doble del promedio nacional, el 40 por ciento. Además, casi el 85 por ciento de la población tiene ingresos mensuales menores a dos salarios mínimos; esto es, las familias de quienes trabajan sobreviven con menos de tres mil pesos al mes.
El 40 por ciento carece de agua potable, el 61 por ciento de sus viviendas tienen piso de tierra. La tercera parte de las personas mayores de 15 años son analfabetas y habría que sumarle que del resto el 55 por ciento no tiene la primaria completa.
De acuerdo a la Secretaría de Desarrollo Social, se encuentra entre los municipios con menor índice de desarrollo humano, ocupando el lugar 74 del total de los existentes en el país.
Por esas razones es uno de los municipios que integran las Zonas de Atención Prioritaria, esto es que registra importantes índices de pobreza y marginación, así como la existencia de marcadas insuficiencias y rezagos en el ejercicio de los derechos para el desarrollo social. Esto porque de los mil 754 hogares asentados en Candelaria Loxicha, mil 593 tienen pobreza en su patrimonio, mil 388 pobreza en sus capacidades y mil 285 pobreza alimentaria. Por eso recibe más recibe más recursos de la federación, pero éstos se quedan en los bolsillos de sus corruptas autoridades.


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