Iguana, manjar de Cuaresma en el Istmo
JUCHITÁN, Oaxaca.- Por las festividades de Cuaresma, el consumo de la iguana en Juchitán es más alto que el resto del año. Durante estas fechas, además de la venta normal del guisado para el desayuno que se vende en los mercados, se agrega el preparado en tamal que aparte de ofrecerse en las ermitas, se vende diariamente en esta temporada.
El daño a la población de la iguana es mayor cuando son capturadas para el consumo en los tiempos de desove; es casi una regla que el tamal de iguana lleve por lo menos un huevo o dos.
El encargado del iguanario del Foro Ecológico Juchiteco, Juan Celis Alarzón y el biólogo Eduardo Martínez Noriega calculan que en esta temporada, tan sólo en la ciudad de Juchitán, se sacrifican diariamente alrededor de 500 iguanas.
Ya que la población de iguanas en el municipio está casi extinguida, aun cuando existe un iguanario que libera cientos de ellos cada temporada, las iguanas que son guisadas con chile y tomate o preparadas con una salsa especial de pepita de calabaza dentro de un tamal, provienen principalmente de Veracruz y Chiapas.
La amenaza
Aunque ya se han puesto retenes por la caza ilegal, el año pasado llegaron alrededor de 200 iguanas que fueron incautadas por las autoridades y llevadas a las instalaciones del Foro, de las que fueron liberadas muchas de ellas ya hasta habían desovado y porque no pueden vivir en cautiverio, informó el biólogo.
Martínez Noriega lamentó que no hay esfuerzos de los municipios para apoyar la creación de granjas para criar iguanas y repoblar de este ejemplar ícono de los istmeños, ya que existen además de la del Foro escasas granjas.
Recomendó que para contener la depredación del animal se decrete una temporada de veda para permitir que las iguanas desoven o que se capture sólo a los machos y permitir que las hembras reproduzcan la especie y evitar que siga bajando la población.
Agregó que está prohibida la caza y su reventa que es lo que realizan muchas comerciantes de iguana y que la opción sería que pudieran tener sus granjas de traspatio de iguana, que esa actividad no está prohibida, la de tener una granja y comercializarlas.
En el pequeño iguanario del Foro Ecológico Juchiteco, las iguanas en cautiverio ya empiezan a desovar y mantienen una población de 300 iguanas, una cantidad que no alcanza a proveer ni un día de consumo voraz de este manjar de los juchitecos.